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No hay edad para mejorar la postura



Al referirnos a la palabra Postura, estamos pensando en una acción. En la dinámica de un movimiento que tiene una intención en sí mismo.
Moshe Feldenkrais llamaba a este término: Actura.

Una postura es buena si permite recobrar el equilibrio. Buena postura no es el mantenimiento de una posición determinada. Basta el ejemplo del: “Párate derecho!” o ”siéntate derecho!” Los niños se enderezan rápidamente, pero no pueden mantener esta ¨postura correcta¨ sin un continuo esfuerzo. Por eso, al dejar de pensarlo desaparece y se vuelve a lo anterior.
La postura humana es por lo tanto un equilibrio dinámico, y es mejor a medida que más se aleja de él, pero puede recuperarlo a voluntad.

La postura sólo puede ser mejorada, no corregida.

En toda acción coordinada, bien aprendida, como por ejemplo: pensar, hablar, comer, caminar, tocar un instrumento, es posible distinguir ciertos rasgos, o reconocer las sensaciones siguientes:
Falta de esfuerzo
En una acción bien realizada no hay una sensación de “esfuerzo”, cualquiera sea el gasto real de energía que requieran los movimientos.
Basta observar a un patinador artístico como ejemplo de sutileza y sensación de facilidad en sus diferentes posturas.
Cuando hay esfuerzo visible, se debe a que se ejecutan otros actos además del pretendido. El observador identifica interrupciones apenas perceptibles del ritmo respiratorio, defectos en la curvatura de la columna, e innecesaria fijación de las articulaciones en el espacio.
Falta de resistencia
Cuando hay resistencia, los impulsos que llegan a los músculos voluntarios son contrapuestos. Ello denotará tensión.
La cuestión de la resistencia es de suma importancia si la persona quiere cambiar y mejorar su postura.
Sin un conocimiento consciente de sus gestos automáticos, no podrá desembarazarse de ellos, y se corre el riesgo de atribuir el error a ¨defectos innatos de la persona.
Cuanto más sutil sea la observación para eliminar las resistencias, más libre tendrá el camino para mejorar la habilidad deseada.
Hay vuelta
La característica principal de una postura correcta (una acción) es la posibilidad de la reversibilidad.
En todo instante de dicho movimiento, éste se puede detener, invertir y hacer que continúe, o bien regresar al punto de salida e iniciar el movimiento en otra dirección. Todo ello sin cambio en el esfuerzo.
Respiración
Contener el aliento es la señal observable más clara de una postura incorrecta.
Una acción rápida y apurada durante el aprendizaje es tensionante, lleva a la confusión, lo hace cansador.
Cuando la persona se encuentra en un estado de tranquilidad su postura está mucho más acorde con sus propias exigencias. Y su respiración también resulta fluida.
Para modificar una postura, y que esto signifique un inicio de cambio, el aprendizaje debe ser placentero y fácil.
El esquema corporal
Cada persona actúa o reacciona según la imagen que tiene de sí misma.
Con frecuencia cada uno tiene la impresión de que su forma de caminar, hablar, sostener la cabeza es la única forma posible, y esta manera será invariable en el futuro.
El aspecto, la voz, la manera de relacionarse con el espacio pueden parecer innatos pero la conciencia sobre el propio cuerpo o esquema corporal, se elabora poco a poco: Con las experiencias sensoriales, motoras, y afectivas sobre todo.

Puede cambiar el modo de llevar a cabo un acto cotidiano en la medida en que la autoimagen varió.
Moshe Feldenkrais

Tradicionalmente el criterio de¨ mejora¨ y ¨cambio¨ consistía en la repetición mecánica de un gesto, sin considerar la intención de dicha acción. Ello puede ser útil en cuanto a mejorar el tono del cuerpo, pero no aporta a desarrollar ¨una imagen¨ más completa del individuo, objetivo éste que sí acercará al individuo a un crecimiento personal.

Al concepto de esquema corporal, desde el Método Feldenkrais®, hemos añadido la noción de imagen corporal, que abarca más los aspectos afectivos, emocionales y de pensamiento en la representación que cada persona tiene de sí misma. Investigar aquellos caminos olvidados de la percepción, del pensamiento, de las emociones y del movimiento que nos hacen posible mejorar.
Unknown
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